Cómo hacer el esquema de una novela
Uno
de los principales problemas de los escritores noveles es que pasan de la idea
para la novela al papel o al ordenador directamente, dejándose llevar por lo
que pueda pasar por su cabeza. Eso está muy bien, porque significa que estamos
inspirados, pero es necesario que, antes de dar el paso para escribir, realicemos un esquema para que la historia que
queramos contar tenga una estructura lógica y no termine teniendo «altibajos».
Al
principio puede parecer una tarea pesada y laboriosa, pero si la hacemos nos quitaremos de encima muchos bloqueos y nos
resultará más fácil seguir con nuestra idea y desarrollarla. Sin el esquema
inicial, al cabo de unos días, la idea que teníamos en mente va a ir a menos y,
finalmente, terminar la novela va a costar mucho esfuerzo. Así pues, es recomendable que creemos un esquema sólido, con todo
lo que va a suceder en la historia. Esta tarea puede llevarnos varios días e
incluso semanas, ya que se trata de desarrollar y destripar por completo
nuestra idea, pero es necesario para poder trabajar con nuestra novela.
Lo
primero que tenemos que hacer es dividir la historia en
tres partes: inicio, desarrollo y desenlace. En el inicio es donde presentaremos a los personajes
y la situación en general, en el desarrollo debe
aparecer el conflicto que va a acompañar la trama hasta el
final, es decir, dar un giro de guion para crear tensión; y en
la tercera parte se tiene que resolver (o no) el conflicto que presentamos,
junto con los cambios que ha provocado el conflicto en los personajes y sus
relaciones.
Cuando
ya hemos hecho el esquema general, debemos hacernos una serie de
preguntas como si fueran objetivos que nos hemos marcado: ¿se
entiende lo que quiero contar realmente? ¿Tiene sentido la historia? ¿Hay algún
«vacío» argumental? ¿Los personajes están bien pensados y tienen una función
clara? Si no es así, es el momento de realizar los cambios necesarios. Para
realizar este proceso, también servirá de gran ayuda el post anterior de Cómo construir y crear un personaje para una novela.
Una
vez dividida nuestra historia en tres partes y después de habernos formulado
las preguntas, debemos profundizar en cada una de esas partes y,
de esta manera, dividirlas cada una en otras tres partes que también que
presenten principio, el nudo y el desenlace. Es decir, dividir el inicio en
tres y hacer lo mismo con el desarrollo y el desenlace. Esto nos servirá de
gran ayuda a la hora de organizar y establecer la coherencia interna de los
capítulos.
Cuando
ya hemos dividido cada parte y hemos hecho un boceto de los capítulos, tenemos que pensar cuánto van a durar más o menos cada uno
de ellos. No se trata de tener organizado cada capítulo sabiendo la
cantidad de palabras que van a aparecer en cada uno, sino más bien una longitud
aproximada. Es recomendable que los capítulos tengan una longitud similar, para
que el ritmo de lectura sea equilibrado, y no se «rompa» con un capítulo
demasiado corto o se «eternice» con un capítulo demasiado largo. Esto nos será
muy útil, ya que sabremos hasta dónde podemos alargar cada capítulo.
Una vez terminado todo
este proceso, tendremos en nuestras manos toda la historia que queremos contar,
resumida y estructurada y nos habremos ahorrado mucho tiempo en hacer cambios a
mitad de la novela que, quizás, nos obligarían a modificar gran parte de ella.
ESCUELA SUPERIOR DE ESCRITURA CREATIVA ONISSPERU
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