LENGUAJE NARRATIVO
ESCUELA SUPERIOR
DE ESCRITURA CREATIVA ONISS
INTRODUCCION
La narración dentro
del género literario narrativo, se comprende como narrar o relatar una historia
real o imaginaria. Se denomina pues narración a la manera de
contar una secuencia o una serie de acciones, realizadas por unos personajes,
en un lugar determinado a lo largo de un intervalo de tiempo determinado, es
decir, se refiere lingüística y/o visualmente a una sucesión de hechos.
Tanto
las acciones, como los personajes y el lugar, pueden ser reales o imaginarios.
Esto no afecta al carácter de la narración, porque el objetivo del autor de la
narración es que el lector se imagine los sucesos que se cuentan.
Mientras
que desde la perspectiva semiológica la narración se puede
realizar con cualquier clase de signos,
la lingüística considera
que un texto narrativo responde
a una clasificación basada en la estructura interna donde predominan secuencias
narrativas. Estas secuencias se construyen mediante el signo lingüístico,
lo que deja fuera el carácter narrativo que pudiera presentar un cuadro o
imágenes.
Índice
Características de la narración literaria
Dado
que una narración es un encadenamiento de sucesos, las relaciones sintácticas
fundamentales que se dan son de naturaleza causal y temporal: un hecho lleva a
otro y, por lo tanto, existe fluir temporal. En este sentido, es frecuente en
un relato el uso de conjunciones o
locuciones conjuntivas que indiquen causa y consecuencia, adverbios y locuciones adverbiales de
tiempo. También, por su utilidad para señalar hechos que se van sumando unos a
los otros, es frecuente el uso de la coordinación copulativa. En cuanto a la modalidad
causal, es lógico el predominio de cláusulas aseverativas.
Dado
que el fluir temporal es un aspecto básico y caracterizador de una narración,
las formas verbales desempeñan un papel fundamental. Los tiempos
verbales más usados para narrar son los de aspecto perfectivo,
esto es, aquellos que presentan la acción como acabada. Esto es así porque son
los que permiten ir encadenando las distintas acciones una después de las otras
a medida que van concluyendo. El tiempo verbal más habitual es el pretérito
perfecto simple o indefinido, además de los distintos tiempos
compuestos que también son perfectivos.
También
narra sucesos extraordinarios o reales, según el autor decida.
Por
su significado, abundan necesariamente los verbos de
movimiento, de acción y de lengua.
Elementos de la narración
·
Tiempo:
Las acciones que realizan los personajes transcurren en un periodo de tiempo
largo o corto, no suceden todas a la misma vez.
·
Espacio: Los hechos ocurren en algún lugar. Los personajes
pueden desplazarse a distintos sitios, por lo que el espacio cambia.
·
Narrador:
El narrador contempla y cuenta los hechos que suceden de una manera ordenada, y
en ocasiones juzga lo que sucede. En otras ocasiones se desconoce quién es el
narrador, pero se conoce su existencia.
Personajes
Los
acontecimientos que suceden son acciones realizadas por personajes. Un personaje es cualquier entidad
que lleva a cabo acciones gracias a las cuales el argumento de la narración
puede progresar. Un personaje puede ser tanto una persona como un animal o un
objeto. Estas tres entidades hacen que la narración pase de una situación
inicial a una situación final.
Un
ejemplo claro de una narración en la que no intervenga ningún ser vivo es La lluvia amarilla,
de Julio Llamazares.
Tipos de personajes
El protagonista es el personaje en el que
recae la acción narrativa, por ende, el interés del narrador se centra en lo
que hace y lo que le sucede. En la mayoría de las narraciones el protagonista
pretende resolver problemas que se le presentan. En esos casos aparece el papel
de antagonista,
es decir, el personaje que se opone al protagonista y a sus acciones, e intenta
que no resuelva dicho problema. Los personajes restantes que intervienen en la
historia son los denominados personajes
secundarios.
La
importancia de cada personaje es el sentido que tiene la participación de éste
en la historia, y hay que tener presente la función que desempeña cada uno, en
relación con el tema de la trama.
Caracterización de personajes
Aunque
en ocasiones el personaje esté basado en una persona real, el escritor lo
describe, por lo que gracias a él se puede descubrir quién y cómo es y qué
rasgos lo caracterizan. Según esto, un personaje también se puede definir como
una "creación del autor". Siguiendo este proceso, existen varios
recursos para la caracterización de un personaje:
·
Descripción:
El autor describe tanto física como psicológicamente al personaje para poder
retratarlo y representarlo. Puede ir tanto al comienzo del texto o cuando la
acción ya ha comenzado y el relato avanza.
·
Acción: Según el comportamiento y las reacciones del
personaje, se puede dar una idea de cómo es.
·
Diálogo:
Según la conversación del
personaje, se puede tener una noción de las ideas de éste y de sus intenciones,
es decir, los rasgos característicos de cada personaje viene definido por sus
palabras.
Acción narrativa
Se
llama historia a
la serie de acontecimientos relacionados entre sí que se han sucedido en un
orden determinado. Claramente una historia se puede contar de formas muy
diversas, por lo que da lugar a narraciones, órdenes y estructuras distintas.
La estructura de la acción narrativa es la manera en la que en un relato se han
organizado los acontecimientos que constituyen la historia.
En
un relato la acción está constituida por capítulos, que
a medida que la narración sea más larga, los capítulos serán más extensos
también.
Estructura de la acción narrativa
La
estructura de los capítulos se presentan dependiendo del orden que les dé el
autor siguiendo el sentido del texto. Siempre se distingue una situación
inicial y una situación final, y los sucesos que le ocurren a los personajes es
la causa de pasar de una situación a otra. A este esquema le corresponde la
estructura planteamiento-nudo-desenlace.
·
Planteamiento: Se cuenta quiénes son los personajes, dónde y cuándo
transcurre la historia y cuál es el problema que les afecta.
·
Nudo:
Se desarrolla el problema que afecta a los personajes, narrando todas las
acciones que realizan los protagonistas para resolver dicho problema. En los
relatos largos es la parte más extensa, y está formado por múltiples capítulos.
·
Desenlace:
Se narra el resultado final, en otras palabras, si el personaje resuelve
finalmente dicho problema.
No
todos los textos narrativos se ajustan a esta estructura, sino que en algunos
casos no existe tal presentación de personajes, y el relato, en ese caso, comienza
directamente en la mitad de la trama, lo que se denomina in medias res. En otros casos comienza
directamente por la situación final, para contar después qué es lo que ha
llevado a ese desenlace, lo que se denomina in extrema res. El autor también puede
preferir por no contar el desenlace de la trama, lo que se denomina final
abierto, cuando causa al lector una imaginación de cómo terminaría
el asunto.
Tiempo narrativo
Las
acciones que realizan los personajes suceden una detrás de otra, y forman así
una sucesión. Para analizar el tiempo narrativo hay que tener presente el tiempo
de la historia y el tiempo
del discurso o tiempo
de la narración.
Tiempo de la historia
Con
frecuencia el narrador indica la época concreta, pero en otros casos no la
indica, y el lector puede deducirle por la apariencia de los personajes, por
ejemplo. También el narrador puede no indicar ninguna referencia hacia la
época, para que el relato tenga una validez universal. El tiempo de la historia
también comprende la cronología de los acontecimientos.
Tiempo del discurso
Según
el orden de la narración, existe una narración
lineal, la cual se cuenta en el orden en el que sucedieron los
acontecimientos.
Mediante
distintas técnicas el narrador puede alternar dicho orden,
como sucede con in media res, cuando la historia comienza por la
mitad, y con in extrema res, cuando empieza por el final. En otros
casos se inserta la retrospección o flashback, cuando se cuentan hechos que
sucedieron en el pasado, la anticipación, que es el mismo caso solo que
los hechos suceden más tarde, y la simultaneidad, cuando ocurren al mismo tiempo.
Mediante
otras técnicas el narrador hace uso del ritmo.
El ritmo se diferencia en un ritmo rápido, cuando los acontecimientos
transcurren en un espacio corto de tiempo, y el narrador puede incluir saltos
en el tiempo o deja de explicar los hechos ya que no los considera importantes,
y en un ritmo lento, cuando los acontecimientos, que tienen una duración corta,
el narrador alarga el espacio de tiempo y hace uso entonces de detalles tanto
en las descripciones como en las reflexiones y explicaciones.
Espacio narrativo
El
espacio está constituido por las referencias que hace el narrador al lugar
donde transcurren los hechos de la historia. Hay que tener en cuenta que
existen muchos relatos donde la acción transcurre en un espacio único y, en
otros relatos, la acción transcurre en lugares diferentes. También algunos de
los espacios pueden estar definidos por escasas descripciones, solamente
aparecen nombrados y, en otras ocasiones, pueden aparecer bien definidos,
dotados con descripciones, como sucede en la obra Industrias
y andanzas de Alfanhuí, de Rafael Sánchez
Ferlosio. En estos casos cuando el espacio está descrito aparece el
término de ambiente.
Narrador
El
emisor de un texto narrativo recibe, de acuerdo con la función que realiza, una
denominación especial: la de narrador. No obstante, la razón de la misma
estriba en la necesidad de prever que en algunos textos narrativos
el emisor y el narrador no coinciden, o
dicho con otras palabras, no son la misma persona. Tal situación se da, como es
evidente, en los textos narrativos literarios. Lo que ocurre en las novelas y en los cuentos es que la historia que se cuenta ha sido inventada
(o, por lo menos, así se presenta); dado que esto es así, no es posible que el
emisor (el autor real) haya podido ser testigo de la
misma. Por lo tanto, se entiende que quien narra no es él, sino un narrador
indeterminado también inventado por ese autor. Partiendo de esta consideración,
que nos lleva a utilizar siempre esa denominación de narrador, hay que analizar otro factor que
también depende del narrador: la perspectiva o punto de
vista que adopta para contar la historia.
Función del narrador
Un
narrador es la persona que escribe cuentos, novelas, etc., en otras palabras,
un narrador es un "escritor de relatos". Definiéndolo de otra manera,
un narrador es el elemento estructural de la narración, que contempla los
hechos narrados.
Autor
y narrador no es lo mismo. Es el autor quien decide quién va a ser el narrador,
y qué características va a tener. Dichas características constituyen el
denominado punto de
vista de la narración.
Participación del narrador
Sin
haber participado en los hechos, el narrador puede conocerlos, y puede ser
también uno de los personajes que intervienen en la historia. El personaje que
funciona como narrador se denomina narrador interno, y el autor construye el
relato fingiendo que la historia la cuenta uno de los personajes.
En
la mayoría de las ocasiones el narrador interno coincide con el protagonista.
En este caso predominan las formas verbales y los pronombres en primera
persona. Los relatos de este tipo se denominan narración en
primera persona. Con menos frecuencia el narrador no coincide con el
protagonista, sino con un personaje secundario, lo que se denomina como narrador testigo.
Por
otro lado, un narrador externo conoce
los hechos que suceden y los personajes que intervienen, pero no participa en
la historia, sino que la cuenta "desde fuera". Por esta razón no se
referencia a sí mismo. Los relatos de este tipo se denominan narración en tercera persona.
Conocimiento del narrador
Dependiendo
del grado de conocimiento del narrador, existen dos tipos:
·
Narrador omnisciente: Conoce los aspectos y detalles de los personajes, de
sus pensamientos, sus intenciones, su historia, etc. Normalmente se compara con
una serie de divinidad que sabe
todo y que se desplaza por su propia voluntad en tiempo y lugar.
·
Narrador objetivista: Conoce lo que los personajes hacen y dicen, y no
conoce sus pensamientos, sus sentimientos ni el porqué de sus actuaciones.
Tiempo del narrador
Lo
más habitual es que el narrador cuente historias que han sucedido en el pasado,
a éstas se llaman narraciones en pasado. Cuando los acontecimientos están
sucediendo en ese preciso instante en el que el narrador narra los hechos,
recibe el nombre de narraciones en presente. Lo menos habitual son las
narraciones en futuro, cuando el narrador narra los hechos que aún no han
acontecido.
Opinión del narrador
Cuando
el narrador decide si las acciones que realizan los personajes son buenas o
malas, el narrador es objetivo. Cuando el narrador interviene en el relato y
valora los hechos que realizan los personajes, dando una opinión, el narrador
es subjetivo. Gracias a la subjetividad consigue dirigir la interpretación del
lector en un sentido.
Texto narrativo
Es
un tipo de texto que narra o cuenta una serie de hechos reales o producto de la
imaginación. Se caracteriza por recrear la forma de pensar y sentir de los
personajes, describir lugares o espacios donde ocurren las acciones centrales
del relato, y construir una trama o argumento que enlaza los hechos que van
ocurriendo. En los textos narrativos se puede reconocer una organización de los
acontecimientos a partir de un inicio, un nudo o conflicto y un final o
desenlace de la historia.
Comprensión de los textos narrativos
·
Comprensión
intratextual. Se refiere a la compresión de las
relaciones de significado que suceden al interior del texto.
·
Compresión
intertextual. Se refiere a la comprensión que pone
en diálogo un texto con otros, con el objetivo de crear conexiones y relaciones
de sentido entre ellos.
Estructura de la narración
Una
narración presenta siempre, como mínimo, lo que se denomina un actor o personaje, que es aquel elemento que
experimenta los sucesos o hechos referidos en ella. En el estudio de las
narraciones se ha aplicado el término actante, que amplía la noción de personaje.
Este personaje puede o no, ser también narrador de la historia.
Esta
estructura no es necesariamente identificable en otros subgéneros narrativos
como el relato o la novela o en el microrrelato.
Narrar
implica que los hechos referidos estén relacionados, encadenados, y que se
vayan sucediendo de forma más o menos lógica. Lo fundamental es que la sucesión de
los hechos venga determinada por un principio de causalidad, esto es, que todo
lo narrado tenga un antes del que provenga y un después al que se dirija.
Reproducción de la voz de los personajes
Aparte
de narrar los sucesos que constituyen la historia, en una narración puede ser necesario
la reproducción de las palabras o pensamientos de
aquellos seres (normalmente, personas) que los protagonizan. El narrador, a tal efecto, dispone de dos maneras
o estilos de
reproducir la voz de los
personajes de la historia: el estilo directo y el estilo indirecto.
·
El estilo directo es el que se
manifiesta cuando la voz de los personajes se reproduce de forma literal,
esto es, cuando sus palabras o pensamientos se reproducen tal cual fueron dichas
o pensadas, sin cambiar, añadir o quitar nada. Lingüísticamente, estos
fragmentos aparecen dominados por la primera persona.
Gráficamente, el estilo directo aparece señalado por el uso de un guion que
introduce la voz del personaje o por la acotación entre comillas de esta.
·
El estilo indirecto, por su parte, es el
que utiliza el narrador cuando con sus propias palabras nos reproducen la voz
de los personajes, esto es, cuando, de una manera u otra, nos resume sus
palabras o pensamientos. El estilo indirecto implica siempre, por un lado, la
existencia de una selección de la información por parte del narrador (sólo
reproducirá lo que a él le parezca conveniente) y, por otro, la falta de los
matices emocionales y expresivos del personaje. Lingüísticamente, estos
fragmentos estarán dominados por la tercera persona, en tanto que no son otra
cosa sino narraciones de lo que piensan o dicen los personajes. El estilo
indirecto admite gradaciones en cuanto al grado de fidelidad respecto de la voz
del personaje; en este sentido, se suele distinguir entre el estilo indirecto
propiamente dicho y el llamado estilo indirecto
libre, que es una forma intermedia entre el directo y el indirecto.
En esta variante, por un lado, es el narrador quien lleva con sus propias
palabras la reproducción de la voz del personaje, pero, por otro, lo hace
introduciendo por el medio expresiones (exclamaciones, interrogaciones,
léxico particular...) que se supone reproducen directamente lo dicho o pensado
por el personaje; obviamente, el estilo indirecto libre resulta más fiel al
personaje que el estilo indirecto a secas.
Personajes planos y redondos
·
Personajes planos: Son creados a partir de una idea, cualidad o
defecto, no evolucionan a lo largo de la narración, es decir, no cambian o
varían a lo largo de la historia. Son seres simples y típicos. El lector ya los
conoce y sabe cómo actuarán. No pueden sorprenderlo.
·
Personajes redondos: Son aquellos que no encarnan una cualidad o un
defecto. Se definen por su profundidad psicológica y porque muestran en el
transcurso de la narración las múltiples caras de su ser. El lector no los
conoce de antemano, por lo que no sabe cómo actuarán. Evolucionan, cambian;
pudiendo sorprender al lector con su comportamiento. Tienen como las personas
cualidades y defectos.
Manipulación del tiempo de la historia
El narrador, entre sus funciones, tiene también
la de decidir en qué orden y con qué ritmo va
a narrar la historia.
Orden de la historia
Lo
primero que se puede constatar es que el discurso narrativo está repleto
de anacronías, esto es, discordancias entre el
orden de sucesión en la historia y orden de sucesión en el relato. Toda
narración ofrece una anacronía de orden general, puesto que la linealidad
del lenguaje obliga a un orden sucesivo para
hechos que quizá son simultáneos. Pero toda narración ofrece, a su vez,
multitud de anacronías particulares
o de detalle.
El
mecanismo que con más frecuencia se usa es el de la retrospección o analepsis; es a lo que en el cine se
denomina flashback, esto es,
una mirada hacia atrás. Se empieza a contar una historia y, en un determinado
momento, se detiene la narración para contar cosas que ocurrieron en el pasado.
Un mecanismo menos utilizado sería el contrario, la prospección o prolepsis,
esto es, el adelantar acontecimientos del futuro.
Ritmo de la historia
En
el momento de contar una historia, el narrador tiene también la posibilidad de
hacerlo deteniéndose más o menos en los acontecimientos. La sensación de mayor
minuciosidad viene producida por el uso de dos tipos de textos: la descripción (pues el tiempo está
detenido) y la digresión
autorial (los comentarios del narrador). Por su parte, la
sensación de rapidez proviene del uso del resumen (contar en pocas líneas lo que
sucede en mucho tiempo) y la elipsis (eliminar
fragmentos de la historia). Como forma intermedia, estaría el diálogo, al reproducir las palabras de
los personajes, con lo que el tiempo narrativo se
ajusta al tiempo real: su lectura dura lo que en teoría duraría ese diálogo en
la realidad.
Subgéneros narrativos
Algunos
de los subgéneros de la narrativa, ordenados de más breves a más extensos son
el microrrelato, el
cuento y relato, la nouvelle o
novela corta y la novela.
Esta
enumeración es muy general y con un objetivo meramente informativo. Hay muchos
textos narrativos e incluso poéticos, escritos en las zonas grises entre estos
géneros.
Muchos
autores, por ejemplo, no consideran a la nouvelle como un género, sino como un
caso especial de novela. Es importante aclarar que la longitud no es lo único
que determina las características de los subgéneros de la narrativa. El
microrrelato, por su característica de síntesis extrema, en muchos casos bordea
el límite con la prosa poética.
Bibliografía
·
Martínez Jiménez, José Antonio; Muñoz
Marquina, Francisco; Sarrión Mora, Miguel Ángel (2011). «La narración (I). La acción
narrativa». Lengua Castellana y Literatura (Akal edición).
Madrid: Akal Sociedad Anónima. p. 343. ISBN 9788446033677.
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