viernes, 12 de octubre de 2018

COMO ESCRIBIR DIALOGOS

Cómo escribir diálogos creíbles


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Por César Sánchez




El diálogo es uno de los recursos narrativos que más cuesta dominar. A continuación tienes algunas indicaciones que te facilitarán la tarea de hacer que tus personajes hablen de manera creíble:

1. La voz del personaje debe ser la suya, no la tuya

La voz con la que hable un personaje deberá ser la suya propia, que no la tuya. Así, si el personaje que habla es un niño, deberá expresarse como lo hacen los niños, con frases sencillas y mostrando una cierta inocencia. En cambio, si el personaje es, por ejemplo, un pirata curtido, se expresará de una manera muy distinta:

—No, yo no —dijo Silver—. Flint era el capitán; yo era solamente su cabo, ¡qué podía ser con mi pata de palo! El mismo cañonazo que dejó ciego a Pew se llevó mi pierna. Fue un excelente cirujano el que terminó de cortármela, sí, con título y todo, y sabía hasta latín... Aunque eso no le salvó de que lo colgaran como a un perro y lo dejaran secándose al sol, como a todos los demás, en Corso Castle. La gente de Roberts... Todo les vino por mudarles los nombres a sus barcos, cuando les pusieron Royal Fortune y otros nombres así. Como si se pudiera cambiar el nombre de un barco.

2. El personaje debe hablar según la situación en la que se encuentre

Las voces de los personajes no sólo deberán ser distintas entre ellas, sino que un mismo personaje deberá expresarse de manera diferente según la situación en la que se encuentre en el momento de hablar. Así, si está cenando tranquilamente en un restaurante, podrá hablar con calma, dar detalles, aclarar... En cambio, si está en medio de una batalla, no tendrá tiempo para explicaciones, y deberá limitarse a dar indicaciones rápidas a sus compañeros.

—¡Salgamos, muchachos! ¡Fuera todos! —gritó el capitán—. ¡Vamos a luchar a campo abierto! ¡Los machetes!

3. El personaje debe hablar según el interlocutor al que se dirige

También deberás tener en cuenta con quién habla el personaje. Si le está hablando a un amigo, su tono será relajado. Si se dirige a un superior, se expresará de manera formal. Y si le habla a un niño, su forma de expresarse será otra. Si el personaje que habla es un doctor, no se dirigirá igual al paciente al que esté visitando que al pirata que le acabe de amenazar en la taberna:

—Y ahora, señor —continuó el doctor—, puesto que no ignoro su desagradable presencia en mi distrito, podéis estar seguro de que no he de perderos de vista. No sólo soy médico, también soy juez, y, si llega a mis oídos la más mínima queja sobre vuestra conducta, aunque sólo fuera por una insolencia como la de esta noche, tomaré las medidas para que os detengan y expulsen de estas tierras. Basta.

4. El personaje no debe decir aquello que no necesita decir

Los personajes nunca deben hablar para informar directamente al lector de algo, sino que sus palabras deben salir de ellos mismos, es decir, estar motivadas por la necesidad que tengan de comunicar algo a sus interlocutores en la ficción. Como escritores, tenemos que ser capaces de hacer decir a los personajes lo que el lector necesite saber sin que en ningún momento se note que se lo estamos haciendo decir.

—¡Cuándo! ¡Por todos los temporales! —gritó Silver—. Bien, pues, si quieres saberlo, te lo voy a decir. Será lo más tarde que pueda. Entonces será el momento. Tenemos a un marino de primera, al capitán Smollett, que está gobernando y bien nuestro barco; están el hacendado y el doctor, que guardan el plano... ¿sabemos acaso dónde lo esconden? No lo sabemos ni tú ni yo. Así que pienso que lo mejor es dejar que el hacendado y el doctor encuentren el tesoro para nosotros, y cuando ya lo tengamos a bordo, ¡por todos los diablos!, entonces ya veremos. Si yo tuviera confianza suficiente en vosotros, malas bestias, dejaría que el capitán Smollett nos llevara hasta medio camino de regreso, antes de dar el golpe.



Los textos pertenecen a la La isla del tesoro, de Robert L. Stevenson. 

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